Delirios

Delirios
Luna Lunera

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Miro el reloj... En honor a Reloj de Roberto Cantoral.

Miro el reloj…


Poco más de las 10 y ella me espera.
Siento un gran escalofrió que me recorre el cuerpo y me quema la calma.
Tanto espere este momento.


Cuando estamos juntos, el tiempo se detiene y solo quedamos nosotros.
Los dos y nuestras almas quedan en silencio hablando con la mirada.
Los rayos de luna penetran las rendijas y se multiplican en los espejos de sus ojos.
Me miro en ella y se que nada es igual.
La abrazo y se que todo a cambiado.


Tanta lejanía, dolor.
La estoy perdiendo.
La noche nos tiende una trampa y nuestros labios, ansiosos de amar, se unen en un beso.
El silencio se transforma en “Te amos” que se confunden entre suspiros.Envueltos en un manto de alegría, nos juramos amor eterno.
Yo no quiero perderla.
Daria la mitad de mi vida por escapar con ella y vivir la mitad que me quede.
Una noche fría de Enero, de esas cuando los gatos corren a esconderse entre la oscuridad.

Le miro fijamente y le cuento el cuento de los que aman.
Y pasan los segundos y los latidos van marcando el tiempo que nos queda.
Como podía yo saber que esta era la ultima vez que estaríamos juntos.
Y tomarla fuerte entre mis brazos y no soltarla hasta el amanecer

Como podía hacerme al aire, meterme en sus pulmones y vivir en sus suspiros, con cada respirar.
La amo tanto, que tanto mas la voy a extrañar.
Como podía cocerle mis besos en la piel, tatuarle mis caricias, grabarle mis palabras.
Y va amaneciendo y el reloj suena incansablemente.
Sentada a mi lado, recarga su cabeza en mi hombro y yo me dejo llevar por aquel “tic tac” que se escucha tan cercano.
“Reloj, no marques las horas porque voy a enloquecer, ella se ira para siempre cuando       amanezca otra vez”
Y no se si la luna, no se si la noche.
No se si el momento, el tiempo, la oscuridad.
Culpables fueron de que su tierna cara, bella y triste como esta madrugada.
Se llenara de lagrimas y entre tantas emociones, alzara la mirada y mirándome susurrara un “Te amo”…
“Nomas nos queda esta noche para vivir nuestro amor y tu tic tac me recuerda mi irremediable dolor”
Yo he de jurar por lo más sagrado de mí existir, que ni el canto de las aves o el sonido del mar, el silencio de la noche o el latido de dos corazones que saben que todo terminara…
Ha de ser tan profundo como esas palabras, en ese momento, en ese lugar, a esas horas…

Luego, le miro fijamente y le canto la canción de los que aman y no quieren perder su mejor amor.
“Reloj detén tu camino, porque mi vida se apaga, ella es la estrella que alumbra mi ser, yo sin su amor no soy nada”
Y prometo, con la mano en el corazón, con el corazón en la mano…
Que pueden pasar miles de años y besos, y canciones y llantos.


“Detén el tiempo en tus manos, haz esta noche perpetua, para que nunca se vaya de mi, para que nunca amanezca”…
Miro el reloj
No te voy a olvidar. Es hora de que me marche y me convierta en aire para que me puedas respirar.

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