Delirios

Delirios
Luna Lunera

jueves, 22 de septiembre de 2011

Matame cien veces...

Ven y mátame…
Apuñálame una, dos, cien veces.
Arráncame el corazón, 
dispárame con balas de lejanía,
envenéname con tu olvido.
Ven y mátame…
Ahógame en el mar de lágrimas que he creado ahí en mi alcoba, 
quémame con el fuego de la pasión perdida, 
asfíxiame con manos de luna, de suave textura y débil candor.
Arranca también mis ojos que un día te vieron sonreír, 
para no ver como te marchas quietamente con uno, dos, cien recuerdos, 
dejándome solo, solo, como el infierno sin demonios, 
como el paraíso sin ti.
Ven y mátame…
Desángrame con tus besos, 
enférmame de tu ser, 
arrójame al precipicio de la tristeza y el desamor.
Grítame al oído una, dos, cien veces y muy fuerte, tu desprecio.
Déjame sordo, muy sordo para no poder escuchar tu vos ni en mis pensamientos.
Ven y mátame…
Mirándome a los ojos, dime que no me amas.
Deja a mi corazón tan débil que apenas pueda latir.
Y si todavía estoy un poco vivo, un poco muerto, 
córtame las piernas y los brazos, 
destájame la lengua. 
Porque no vaya a ser que en mi último aliento, 
corra yo desesperado, 
te tome entre mis brazos, 
te abrace fuerte y te suplique que no nos dejes, 
que nos ames como siempre, como antes, 
como después de uno, dos, cien besos.
 Y así finalmente caer rendido a tus pies como un esclavo, 
como una flor, como la arena. 
Apagando una, dos, cien noches de desconsuelo, 
de soledad,  de dolor, de agonía.
Y sonriente susurrar un “Te amo” 
una, dos, cien veces,
hasta el final incierto de la eternidad.
Ven y mátame, detén mi agonía.
Ven y mátame, 
porque no vaya a ser que cansado de todo esto, 
 de todo el dolor que me has causado, 
vaya y te mate antes a ti…

No hay comentarios:

Publicar un comentario